Una pregunta fundamental en la historia de la fotografía es cómo nos representamos ante el mundo. Citlali Fabián aborda temas de identidad cultural utilizando técnicas fotográficas clásicas. Ella forma parte de una joven generación de fotógrafos que exploran y aprovechan las posibilidades del medio, dispuestos a experimentar y producir imágenes únicas y originales. Conocí a la artista durante su estancia en Rochester, Nueva York, donde me invitó amablemente a escribir un texto introductorio para su exposición individual Mestiza en la ciudad de Oaxaca el pasado mes de marzo. Esta invitación inició la siguiente conversación y mi interés por aprender más sobre su proceso creativo y sus ideas sobre identidad y fotografía.
Claudia Pretelin: Durante las últimas décadas, ha habido un renacimiento de la daguerrotipia y la producción de placas de colodión entre los fotógrafos más jóvenes interesados en hacer uso artístico de los procesos fotográficos antiguos. ¿Cómo surge tu interés por trabajar imágenes en procesos como el colodión húmedo, el daguerrotipo o incluso las polaroids?
Citlali Fabián: Algo vital para mí, es que mi trabajo sea distintivo. En la era de lo digital, quería ofrecer esa alternativa la cual creo brinda una conexión más cercana e íntima con mi trabajo. Este interés nació de la búsqueda, de la experimentación, de por supuesto pasar por la cámara digital y darme cuenta que no era parte de mi proceso creativo. Mi proceso es pausado, y este tipo de fotografía requiere precisamente de tomarse el tiempo para hacerla, de ser un poquito más selectivo al momento de ver detrás de la lente.
“Me interesa documentar la cultura con sus transformaciones hoy en día y no sólo en Yalálag, sino en otros lugares donde las comunidades de yalaltecos se han cimentado y replicado sus tradiciones. “
CP: En la serie Soy de Yalálag documentas el día a día en tu comunidad. En el mundo globalizado de hoy, cómo ha podido Yalálag mantener sus tradiciones y cómo escoges qué tradiciones documentar.
CF: Creo estos procesos son parte del día a día. Es imposible aislarnos del mundo exterior y estos cambios son inevitables. Sin embargo hemos asimilado y transformado estos cambios desde dentro de la misma localidad. Por ejemplo, tenemos la danza de “Santa Claus” o la de los “Superhéroes” [Danzas de los yalaltecos para celebrar las fiestas patronales en las que los danzantes se visten de superhéroes como el Capitán América, Wolverine y Santa Claus.] que son representaciones satíricas de figuras americanas en una celebración tradicional de Yalálag. Me interesa documentar la cultura con sus transformaciones hoy en día y no sólo en Yalálag, sino en otros lugares donde las comunidades de yalaltecos se han cimentado y replicado sus tradiciones. Este es un proyecto a largo plazo.
CP: Otras imágenes tomadas en Yalálag como las de Lola Álvarez Bravo son un referente en la historia de tu comunidad. ¿Consideras que este trabajo en particular ha sido una influencia en tu obra o crees que existe una mirada interna que brinda una perspectiva distinta como parte de la comunidad de Yalálag?
CF:Las imágenes de Lola Álvarez Bravo no son tan conocidas en la comunidad. Quizá la más conocida es “Entierro en Yalálag”. Mientras estudiaba fotografía se volvieron una referencia para mí. Pero quizá lo que más llamó mi atención de su viaje a Yalálag son los pequeños textos que he podido leer de su experiencia. Esas notas en las que describe lo que vio en Yalálag. Incluso con el intervalo de tiempo entre nuestras imágenes, lo que ella describe es completamente familiar a lo que recuerdo de Yalálag. Quizás las imágenes de Julio de la Fuente sean más familiares a los yalaltecos. Estas fotografías se tomaron antes que las de Lola con una visión más antropológica.
CP: ¿Cómo surge la idea de Mestiza?
CF: La idea de Mestiza surgió mientras vivía en la ciudad de México. En ese momento estudiaba mi maestría en la UNAM y estaba llevando mi proyecto de investigación en torno a mi producción en colodión húmedo. Me interesaba estudiar primeramente los aspectos técnicos e históricos de la técnica. Anteriormente había trabajado mucho autorretrato. Sin embargo, por cuestiones técnicas continuar con el autorretrato no era viable. Tenía la idea de hacer representaciones de antiguas deidades zapotecas, de representar elementos que formaran parte de mi identidad. Hice algunos intentos infructuosos de autorretratos. Pero también empecé a hacer retratos lo que inmediatamente implicó desarrollar una relación y obtener una respuesta o reacción inmediata de las personas que posaban frente a mi cámara.
CP: ¿Cómo fue evolucionando este proyecto conforme fuiste retratando a tus sujetos?
CF: Este proceso me permitió comenzar una conversación colaborativa. Platicaba mucho con mis modelos, amigas cercanos sobre cómo se sentían al verse en estas piezas. La respuesta era muy similar. Había cierto escepticismo a las imágenes. Algunos no se reconocieron en esas imágenes, pero sintieron cierto eco del pasado. Algo del pasado se conectaba con nosotros a través de estos retratos. Recuerdo la primera vez que le pedí a alguien que posara para este proyecto; fue mi amiga íntima y también artista, Gabriela Zubillaga. Anteriormente le había ayudado a documentar algunas piezas escultóricas. Habíamos establecido una estrecha amistad y una conexión fotográfica. En esa sesión aparece como una diosa, vestida con un peñacho de Totomostle [un tocado hecho de maíz]. Fue como ver a Mayahuel [La diosa azteca del maguey] frente a mí. El proyecto se estaba develando frente a mí, guiándome para continuar. Entonces comencé a trabajar más con el maíz como elemento clave en mis fotografías. Llamé a más amigas y familia cercana para ir desarrollando estas representaciones de nuestra identidad. Una que diera ese reconocimiento a nuestras raíces y que nos uniera.
CP: ¿Qué imagen has perdido en el camino? Algo que atestiguaste y no tuviste tu cámara contigo para capturarlo
CF: Más que no tener la cámara en mano, hay ciertos momentos en los que emocionalmente no he podido hacer una imagen. Para mí los momentos más presentes fueron cuando murieron mis abuelos. De esos momentos guardo imágenes y recuerdos grabados en mi mente.
Citlali Fabián es un artista visual de Yalálag, un pequeño pueblo en Oaxaca, al sur de México. Se graduó como Licenciada en Fotografía en la Universidad Veracruzana. Cuenta con una certificación en Preservación y Manejo de Colecciones Fotográficas otorgado por el George Eastman Museum. Su proyecto fotográfico Mestiza apareció recientemente en el Blog Lens del periódico The New York Times y su proyecto más reciente aborda la imagen de la bandera estadounidense en el paisaje de los barrios residenciales de los Estados Unidos.
Si quieres ver más del trabajo de Citlali, síguela en Instagram y en su página web.